Todo lo que sube tiene que bajar…
La vida está hecha de acción y reacción – nada menos.
Nuestras acciones siempre ponen en movimiento un flujo igual y opuesto.
Cuando esparcimos buenas vibraciones durante el día, cuando este finaliza nos sentimos maravillosamente bien. Si sonreímos a alguien, ¿cuáles son las posibilidades de que esa persona también nos sonría, aunque no la conozcamos? Si nos tomamos un momento al margen de la rutina para llamar a un amigo hospitalizado o para ayudar a un anciano a cargar los víveres en su coche, las vibraciones positivas de su gratitud nos alcanzarán.
Cuando nos sentimos malhumorados se aplican los mismos principios. La manera como nos sentimos acerca de nosotros mismos, nuestra apariencia, nuestras oportunidades reverberarán una y otra y otra vez. ¡Hasta que cambiemos el tono!
El búmeran de la rabia
Si herimos a alguien tendremos que afrontar las consecuencias en algún momento; raramente de inmediato. Por muy tentador que sea golpear a alguien por su fechoría o castigar a un niño travieso con fuerza, las repercusiones emergerán más adelante en la vida. Golpear con rabia o venganza, pone en movimiento un enérgico búmeran que regresará. Ver más allá del momento, prever la consecuencia y actuar de acuerdo a ello, es señal del principio de la sabiduría y de un reconocimiento sano.
Participar plenamente de la vida es despertarse por completo a la realidad de que cada acción tiene su efecto. Cada movimiento cuenta. Cada pensamiento rebota. En contemplación somos testigos de cómo cada acto pone en marcha ‘ondas' que llegarán a alguna ‘orilla' distante y reverberarán de vuelta a nuestras vidas.
Continuar
¿Carga usted consigo recuerdos tristes, manteniéndolos como un manto de seguridad? Si la vida siempre va hacia adelante, ¿por qué no lo hacemos nosotros?
Dar un paso adelante y dejar el pasado atrás no significa que usted disminuye el significado de los desafíos pasados o de las pérdidas – las cosas sí ocurrieron. Pero ahora continúe. Un cambio en la melodía cambiará la forma cómo se siente.
Detrás de las escenas
El mundo es una cámara de resonancia. Todo lo que escuchamos es un eco de nuestra propia voz rebotando en nuestros tímpanos. Cada movimiento y evento es un rebote del pasado. Todo.
Nuestro universo es una sala de espejos. Cada momento un reflejo de una escena o interacción anterior. Cada amor, un reflejo de autorrespeto. Lo cual significa, por supuesto, que cada momento es una oportunidad única para evitar hacer aquello que nos traerá un futuro dolor y, en su lugar, sembrar aquello que nos traerá el más dulce de los frutos.
"La no violencia lleva a la más elevada de las éticas, la cual es la meta de toda evolución. Hasta que no cesemos de dañar a otros seres vivos, seguiremos siendo salvajes."
Repercusión en la vida
Recuerde siempre que la Ley del Karma actúa como un eco. Si habla sobre los defectos de alguien o los errores de alguien, incluso si usted se considera sensato y responsable, esta forma de hablar desperdiciable volverá como un eco a usted. La poderosa ley de la acción y la reacción dice que si hoy usted difama a alguien, mañana alguien le difamará a usted el doble.
De la Historia de la Inmortalidad por Mohini Panjabi, Publicaciones BKIS, 2008