Espiritualidad en el hogar

Mi hermano me estaba volviendo loco. Cada semana necesitaba que le diera dinero en efectivo. Esta vez parecía como cualquier otra. Pero mi práctica de meditación estaba ahora teniendo un impacto en nuestra relación. Luego que me lo pidió, me tome unos momentos para hacer una pausa, y le dije que le avisaría porque tenía gastos extras este mes. Reflexioné que cuanto más empujaba una puerta para abrirla, más podía ver lo que había detrás. De manera similar, mientras más neutral permanecía con mis emociones, más era capaz de captar lo que la otra persona estaba realmente diciendo. ¿Qué es lo peor que puede ocurrir cuando me comunico sin estar a la defensiva? ¡Lo peor es que mi ego se sintiera herido! Lo mejor, el respeto se mantenía. Me las arreglé para encontrar el dinero en efectivo y establecí unos firmes límites para la próxima vez. Él respetó mi elección. —DS

Llegando al aeropuerto justo unos minutos antes de mi vuelo agarré mi equipaje y corrí al mostrador de chequeo, dejando inadvertidamente mi pasaporte sobre el asiento. Perdí mi vuelo, perdí el derecho de usar ese boleto y tuve que comprar uno nuevo ¡por £500! ¡Sin culpar, una simple escena en el drama de la vida! Disfruté un café con la mente tranquila y una sonrisa en mi cara. —DS

Un colega persistió en insultarme, a mis espaldas, con otro compañero. Al principio quería vengarme y defenderme, haciendo una lista de sus defectos. Pero sentí que esto empeoraría las cosas. Tenía que elegir una mejor manera de arreglar esto. Primero, dejé de tomármelo a título personal; como pensé, mucho de ello era infundado, y decidí usar una poderosa solución que me había funcionado en el pasado. Vi que él estaba luchando consigo mismo y yo me había convertido en el blanco de su rabia proyectada. Cada vez que le veía o pensaba en él, me decía a mí mismo, "¿Estoy enviando de vuelta una calidad de energía más elevada que la que estoy recibiendo?" Sin importar lo que él me estaba dando, juré nunca guardarme el amor, sino más bien darle amor y reconocimiento extra. En el curso de unas semanas nuestra conexión cambió y los insultos se han detenido. Ahora nos llevamos bien. —CW

Recientemente, mi esposo me dijo palabras poco amables y enojadas en el supermercado; estas circunstancias no permitían una comunicación abierta. Normalmente yo reaccionaría y me estresaría, me inquietaría y lo trataría fríamente durante días. Pero esta vez, he estado ensayando el poder de soltar, soltar escenas que pasan, sin importar cuán dolorosas se sientan. Mi profesora de meditación me enseñó a hacer esto. Esta vez me sorprendí yo misma. Me sentí libre del gancho emocional que sentía que él tenía en mí. En ese momento pude dar un paso atrás, manteniendo este pensamiento en mi mente, ‘Soy un ser de paz. La paz es mi naturaleza natural'. Esa conciencia me liberó y empoderó a avanzar y permanecer positiva. Asimismo solté mis expectativas de que se comportaría mejor conmigo muy pronto. Asumí toda la responsabilidad por mis acciones y no me recargué con la esperanza de que él cambiara. Me sentí libre de ser yo. —MS

Acababa de terminar de lavar los platos en casa y estaba a punto de ir al fútbol cuando mi esposa me indicó que no estaba bien y no podía hablar en la función de recolecta de fondos en la escuela, que sería en tres horas. Repentinamente fui lanzado por el cambio de ritmo y me sentí arrinconado por su petición de tomar su lugar en el pódium. Mis planes para el resto de la mañana se deshicieron y me senté silenciosamente, respiré varias veces profundamente y cambié mis planes. Hice unas llamadas buscando a otro padre que tomara el lugar de mi esposa, pero sin suerte. Nadie más podía dar la charla. De manera que acepté hacerlo. Amoldé mi esquema mental. Durante mi meditación diaria, he aprendido cómo fluir con la corriente y no resistirme al cambio. —NK

La mayoría de los días me encuentro atrapado en un atasco de tráfico en mi camino de casa al trabajo. Pero hoy, de alguna manera fui impulsado a tener una perspectiva diferente en esta abarrotada vía. Recordé la sencilla idea de mi clase de meditación que, "Yo soy un alma, un observador desapegado, un actor en el escenario del mundo," y en nanosegundos, me di cuenta de que nada realmente importa tanto como mantener mi estado calmado, contento y pacífico. Cuando adopto esta perspectiva de conciencia de alma, automáticamente soy paciente y tolerante. En realidad ya no juzgo sobre la base de correcto o incorrecto y puedo permanecer desapegado. Como chófer, ¡ahora experimento esto casi cada día! Conducir es un gran momento para practicar y ver cuál es en realidad nuestro estado espiritual. La clave es pasar de conciencia de cuerpo a conciencia de alma. Cuando vemos el mundo desde el punto de vista de conciencia de alma, entonces todos los poderes espirituales necesarios aparecen automáticamente. —AP

Dirigir un centro de meditación justo al lado de una venta de DVD/discos a quien le encantaba blast his 'wares' todo el día y la mitad de la noche era un desafío. Sólo tenía una petición para él: mantener el volumen bajo durante 30 minutos en la meditación pública de la tarde. Como con frecuencia estaba bajo la influencia de drogas y alcohol, con frecuencia olvidaba mi petición. No deliberadamente, él era una persona amistosa pero vivía una vida de luchas y tristeza. La mayoría de las noches, durante al menos tres meses, me paraba en su puerta al inicio de nuestra meditación para hacer que redujera el volumen de la música. Ni discutir ni recordárselo había ayudado y rehusé ir más lejos y mencionar alguna ley municipal sobre los altavoces, etc. Entonces un día, una encantadora madre italiana que nos visitaba, ofreció una solución perfecta. Al escuchar esta historia, ella colocó un humeante pedazo de su recientemente horneada lasaña en un envase para llevar y me dijo que se lo llevara. La cara de él se iluminó al ver este regalo. ¿Era yo realmente la primera persona en toda su vida en mostrarle amor y atención? Asombrosamente, esa noche no necesité acercarme a su puerta. ¡Él vino a nuestra puerta a comprobar si el volumen de la música era lo suficientemente bajo! El amor le había ganado. —CW

Cuando mi madre regresó a casa justo después de su cirugía de cadera, fue un gran desafío para mí que ya no pudiera controlarse a sí misma en la forma en que ella y yo lo deseábamos. Mi intolerancia nunca estaba muy lejos... hasta que entendí su condición. El conocimiento es poder. Permitió una fácil aceptación de todo lo que ocurrió, desde un espacio de amor más que desde el miedo. —DS

Despertar a las 2h de la madrugada debido a una estruendosa fiesta al lado, me sorprendió. Pensé que la fiesta era en mi habitación. Mi primer pensamiento fue llamar a la policía y luego recordé, "¿cuántas veces hiciste un ruido así cuando tenías 20 años?" Me tranquilicé, afronté mi ‘karma', que retornaba ahora a mi vida como un bumerang. Pronto me adormecí sabiendo que era hora de pagar, mientras la estridente fiesta continuaba. —CW

Estaba estresada por este nuevo trabajo. Parecía que de mí dependían demasiadas cosas. No estaba segura de estar manejando las cosas de la mejor manera posible. La tensión y las dudas se arrastraban dentro de mi mente, haciendo que las cosas fuesen incluso peor. Mi profesora de meditación me había enseñado a sentarme y reflexionar en momentos como este. Necesitaba encontrar un nuevo espacio interior. Resolví que tenía el derecho y deber de permanecer tranquila. En este silencio, sentí que la libertad era mi amiga, a tan solo un paso de distancia. En un rápido movimiento, mis pensamientos llegaron allá: estaba libre. —VB

Trabajando como chófer de autobús de niños en edad escolar, a veces sus travesuras me distraían de donde quería estar y cómo me quería sentir. Debía concentrarme en este trabajo todo el tiempo. De manera que cuando tengo un momento libre, me aparto mentalmente y, desde esta nueva posición, puedo ver claramente que todos los océanos de situaciones son solo como un océano de diversión. Me desafié a mí misma a surfear las olas y disfrutar todo ello. Estando ahí, me sentí tan libre como un ave planeando a través del curso de eventos: los bulliciosos niños y las exigencias de padres ansiosos. —VB

Las relaciones en casa no eran placenteras y todos parecían sufrir de alguna manera por la actitud y conducta de Sam. Yo sabía que la tolerancia era necesaria, pero ¿cómo manejar esto sin sentirme bajo presión o sin estar resentida? Al ir al silencio me encontré consciente de los sentimientos y experiencia de Sam y surgió en mí un sentimiento de misericordia y compasión, permitiéndome una tolerancia fácil y natural de lo que él hizo. No necesitaba analizar su situación, sino solo me sentí agradecida de que la meditación me había llenado con este poder. —VB

Mi cuerpo artrítico duele todo el tiempo. Cuando estoy meditando, voy profundo a la conciencia de alma y me siento desapegada de mi cuerpo doloroso en una forma natural. Me experimento como alma, que está siendo atraída hacia arriba por ese Único… atraída hacia una experiencia de protección y amor sanador. Esa atracción de amor me capacita a permanecer en este mundo, mas sin embargo con una actitud de desapego. Recibo muchísimo poder de Dios y eso es lo que me capacita a permanecer desapegada. Cuando soy desapegada, entonces puedo soltar las distracciones y los pensamientos negativos que me han causado pesar. Experimento una distancia de mi vieja forma de ser. Mi corazón comienza a sentir quién es el Único que me está ayudando a transformarme, ayudando a lidiar con mi dolor físico y mental. -KJ

Tres veces en mi vida he tenido que respirar profundamente y afrontar tener procedimientos médicos que preferiría ignorar: una colonoscopia por pólipos, un reemplazo de rodilla y microcirugía en un ojo. Los dos primeros fueron como un paseo,  aparte de los rigores de la fisioterapia. Pero el procedimiento en el ojo probó mis límites hasta lo último. Aunque mi ojo estaba anestesiado, estaba consciente de la operación. Podía ver todo lo que ocurría, pero no sentía nada. Esto me mareó un poco y casi me desmayé al observar pinzas quitando tejido de dentro del globo ocular. Justo cuando estaba a punto de desmayarme, invoqué tal meditación que podía llevar mi mente hacia arriba y sentir la amorosa y tranquilizadora compañía de Dios. Durante cada uno de estos tres episodios, la fe, la confianza y la valentía me mantuvieron estable y lista para afrontar mis miedos. En el tercero, acepté un poco de ayuda y de compañía sanadora. —LE